Los domingos vuelvo a la infancia, da igual que llueva, nieve o haga calor, es uno de los mejores momentos de la semana, en muchas de ellas el mejor. Durante el partido me olvido de todo, los problemas se van o al menos desaparecen por un rato. Entras al campo, te centras en el juego y tu cabeza se limpia de problemas. Al acabar el partido queda lo mejor, las risas, el buen rollo, los típicos vaciles en una palabra compañerismo. Da igual perder o ganar aunque no vamos a negarlo ganar es mas divertido.
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Yo cuando era peque era socia del Valencia y del Levante y cada domingo iba con mi padre a uno o al otro.
ResponderEliminarSólo que yo me llevaba un libro porque el fútbol siempre aburrió soberanamente :D
Verlo me gusta pero lo que me apasiona es jugar. Soy mas de hacer las cosas que de verlas.
ResponderEliminarY una buena forma de soltar adrenalina...
ResponderEliminarDesde luego te quedas muy "relajaito"
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